NUEVA YORK, EE UU, el 12 de marzo de 1956, agentes
de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, secuestraron en la
ciudad de Nueva York, Estados Unidos, al catedrático de la Universidad
de Columbia, Jesús de Galíndez Suárez.
El acto criminal estremeció a la sociedad estadounidense y fue
llevado a cabo para poner al secuestrado en manos de Trujillo, quien
había aprobado el plan luego de que Jesús de Galíndez, publicara su obra
“La Era de Trujillo”, en la que denuncia la intolerancia de la
dictadura y la situación de opresión que imperaba en la República
Dominicana.
Galindez Suárez había residido en la República Dominicana en
condición de refugiado español. Fue uno de los ciudadanos españoles que,
tras la derrota de los republicanos españoles por las fuerzas
franquistas, en 1939, se vieron precisados a abandonar España.
Trabajó para el régimen de Trujillo, pero luego decidió abandonar
República Dominicana y radicarse en Nueva York, donde se expresaba como
crítico de la tiranía trujillista.
Jesús de Galíndez, de 42 años, impartía docencia y preparaba su tesis
doctoral en la Universidad de Columbia. Había nacido el 12 de octubre
de 1915, en Amurrio, Alava, España.
Lo último que se recuerda de él fue que a las 10 de la noche del 12
de marzo de 1956 entró en la estación del metro de la calle 57 y la
Octava Avenida. Desde entonces, nadie volvió a saber de él, salvo las
personas que lo raptaron, para luego consumar el asesinato en la
República Dominicana.
Galindez afrontó dificultades por sus actitudes que entraron en
conflicto con la intolerancia del dictador Rafael Leónidas Trujillo
Molina.
En el año 1946 llegó a Nueva York y comenzó la vida del exiliado en
Estados Unidos. En la ocasión con una firme oposición a Trujillo.
Rápidamente su mente fecunda y personalidad agradable, se hizo parte del
círculo de intelectuales y los exiliados de América Latina y el Caribe
en la ciudad de los rascacielos.
En su vida de exiliado en la República Dominicana, Jesús de Galíndez
archivó muchas informaciones sobre la figura y el régimen de Trujillo.
Esto lo llevó a escribir su tesis doctoral sobre la Era de Trujillo. En
el momento que fue secuestrado el trabajo estaba pendiente de revisión.
De acuerdo con la mayoría de los que estudiaron el caso Galíndez, a
pesar de que la obra era inédita, la dictadura dominicana ya tenía
conocimiento y por eso Trujillo aprobó el plan para eliminar al
académico vasco. De eso se encargarían los sicarios del régimen.
Los actores lograron involucraron a un refugiado español descrito como un hombre cojo, con estrabismo en sus ojos.
Su concubina se encargaría de establecer una relación con Galíndez.
Ella era elegante y una mujer con la apariencia física que gustaba al
profesor vasco.
Se conocieron y casi de inmediato iniciaron una relación que Jesús de
Galíndez pensó era por amor. La noche del secuestro él fue a una cita
con ella con la ilusión del hombre que viviría una experiencia
inolvidable, pero nada de eso. Lo esperaba una aventurera que era capaz
de todo por dinero y falsas glorias. Como ella: Gloria Viera.
Cuando llegó al lugar, Jesús de Galíndez fue sedado y llevado al
Aeropuerto de Amityville, en Nueva York. El ex Jefe del Servivio de
Inteligencia Militar (SIM), Alicinio Peña Rivera, dice que Gloria Viera,
vestida de enfermera y el grupo que raptó a Calíndez en un carro, lo
montó en el avión que lo traería a la República Dominicana.
Era un Beech Graff, piloteado por el estadounidense Gerald Lester Murphy y el copiloto dominicano Octavio De La Maza.
Luego hicieron un aterrizaje en West Palm Beach, Florida, para
reabastecerlo de combustible. Al recibir el servicio partieron hacia su
ruta definitiva: el Aeropuerto General Andrews, en Ciudad Trujillo,
República Dominicana.
Trujillo lo torturó
De ahí lo llevaron a la Hacienda Fundación, donde se encontraba
Trujillo, quien de acuerdo con la versión de Alicinio Peña Rivera,
participó en la tortura y le hizo tragar el texto de un artículo donde
ponía en duda la legitimidad de Ramfis, el hijo varón mayor del
dictador.
Según el jefe del SIM: «Jesús de Galíndez fue colgado hasta morir en
una de las celdas de la prisión de La Victoria y su cuerpo desnudo fue
lanzado en la noche al mar, desde uno de los acantilados frecuentados
por tiburones cebados con cadáveres humanos».
El escritor estadounidense Robert D. Crasssweller, sostiene en su
obra “Trujillo La Trágica Aventura del Poder Personal”, que dados sus
hábitos de bohemio, su desaparición el 12 de marzo de 1956, pasó varios
días inadvertida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario