Hace
ya más de tres décadas que un distinguido hombre de letras afirmó
que con La Sangre quedaba "creado el molde de la verdadera
novela dominicana", observando atinadamente que "este libro
de Cestero y el Enriquillo de Galván se estiman los mejores
exponentes de la literatura dominicana hasta el presente";
explicando que "si bien es cierto que en la restante producción
nacional nos encontramos con extraordinarias páginas de Américo
Lugo, con bellos y amenos libros de crítica de Federico García
Godoy, con brillante páginas de tribunicia gallardía de Miguel
Angel Garrido, con libros selectos de Pedro Henríquez Ureña, de
Arístides García Gómez, también es cierto que toda esa cosecha
mental adolece de un carácter fragmentario y diverso". Y
concluía que "la novela La Sangre de Tulio M. Cestero, escritor
de sólida y de extensa reputación, por su estructura y factura, es
la novela que merece ser considerada como tal". A esa misma
conclusión llegó hace apenas tres años Manuel Arturo Peña Batlle,
cuando escribió: "Creemos firmemente que La Sangre es la mejor
novela dominicana."
No
me es dable hacer para este lugar un estudio de tan celebrada obra; y
por eso, como una guirnalda tejida para ornar la frente de su autor,
ofrezco a continuación unos cuantos juicios emitidos por plumas
autorizadas.
Vetillo
Alfau Dúrán
"La
navela alcanza menor desarrollo; los novelistas que sobresalen son
Reyles, Quiroga, Díaz Rodríguez, el venezolano Rufino Blanco
Fombona, el dominicano Tulio Manuel Cestero, los argentinos Enrique
Larreta, con su ficción histórica La Gloria de Don Ramiro, y
Roberto José Payró,
con sus narraciones y descripciones de la vida criolla".
(Pedro
Henríquez Ureña,
Historia de la Cultura
en la América Hispana).
"Con
la extensa novela La Sangre (1914) corona Cestero su labor de
novelista. En el subtítulo Una vida bajo la tiranía, el autor pone
de relieve su propio método; la fusiión de la historia con la
descripción de la vida y las costumbres, para reconstruir el medio
político-social. La época elegida por Cestero en La Sangre, es la
de Ulises Heureaux: describía, por tanto, un momento histórico que
vivió y conoció. Acertó en su empeño y La Sangre perdura como una
de las novelas dominicanas mejor escritas y que mejor representa una
etapa de la vida nacional.
(Max
Hentiquez Ureña,
Panorama Histórico de la
Literatura Dominicana).
"La
mejor obra dominicana en prosa que conozco es La Sangre de Tulio M.
Cestero. Creo que, como factura artística, no solamente es el mejor
libro dominicano sino también uno de los mejores de la América
Latina… En La Sangre, a las brillanteces de1 estilo, al
atrevimiento del
dibujo
y a la pompa del colorido, se agrega el estudio de la psicología del
dominicano, especialmente el capiltaleño Se puede, asegurar que el
mejor estilista que ha producido Santo Domingo es Tulio M. Cestero,
en La Sangre".
(José
Ramón López,
Letras, 1918).
"La
Sangre es un estudio de honda meditación y de una realidad
abrumadora. Como toda obra vivida y profundizada dentro de la vida,
deja en el lector la novela de Cestero un sedimento de 'profunda
tristeza. El análisis nos conduce a la verdad y la verdad es triste.
Sobre los cuadros dolorosos de aquella existencia que nos presenta
Cestero, pone el artista un velo de ideal transparencia . . . Hay
páginas en La Sangre que evocan con encantadora gracias el paisaje
isleño y la ciudad en donde el descendiente de españoles se mezcla
y confunde con el africano indolente.
Cestero
es un colorista delicado. En sus cuadros el dibujo es de precisión
elegante y sobria. Su colorido no deslumbra tropicalmente; parece
atenuado por un soplo de otoño. Ha compuesto el escritor dominicano
una novela interesante como obra de arte y como documento humano".
(Maximiliano
Grillo,
El Literario,
Bogotá - 1918).
"Tullo
Manue! Cestero es el poeta del color y del estilo. Diríase que su
obra literaria forma un arco iris a la vez un concierto de
rapsodias. El fondo, más o menos oscuro i a veces de abismo,
desaparece bajo la fronda de colores i la lluvia de los espejos. Sus
descripciones se fijan en la retina como realidades vivas i como
cosas con alma. En todos sus libros hai páginas destinadas a la
Antología".
(Federico
Henríquez y
Carvajal, Letras 1918).
"La
Sangre, por su dramatismo como narración realista de un período
atormentado de la historia nacional, y por su calidad artística como
novela contribuye enfáticamente a desmentir la tesis de Luis Alberto
Sánchez, de que América es una novela sin novelistas."
(Manuel de Jesús Goico).
"La
San¡re es un libro bello, sin duda. No debe encerrarsele en
determinada frontera. Criollo por el sabor, por la inspiración, por
el ambiente, es un libro de toda nuestra América, que no puede
resultar extraño al paraguayo o al hijo de cualquiera otra de las
naciones convulsivas de nuestro continente. Eso no se podría decir
si el libro no estuviera escrito en pulido y bien sonante castellano
… Cestero -que si mete tanta piel oscura en su novela es siguiendo
un propósito científico- es un retratista formidable. Por su pluma,
ya no morirá Lilís; el que lo conoció podrá seguramente evocarlo
al leer las páginas de La Sangre. Adquiere tal vigor este personaje
que así que aparece en la narración, que ya el libro no resulta
sino marco de una figura de tanto relieve. Y esta pintura tan a lo
vivo nos obsede hasta que llegamos a las páginas aquellas donde el
autor se complace, tal como un anticuario en mostrarnos un medalIón
de valor inapreciable, en describir una de esas matronas contra cuya
señoría y cuya pureza no pudieron nada las revoluciones. Es ésta,
una página maestra, que no creo superada en lengua castellana. Ni
las más acertadas miniaturas de Azorín valen que este capítulo
que se destaca del libro por derecho de superioridad. Juzgado en
conjunto, La Sangre es un buen libro; juzgado en detalle, La Sangre
no tiene par en la literatura americana. Tulio M. Cestero, que a
pesar de sus frecuentes viajes y de haber vivido tantos años fuera
de su país es siempre un dominicano quisqueyanísimo, podrá
superarse en otro libro, y yo creo que lo logrará en su próximo
César Borgia. Pero otra novela como ésta, tan íntimamente sentida,
y tan sabrosamente escrita, ya no la escribirá nunca más. Nunca,
porque en eIla está toda la juventud ardorosa e inquietante del
autor con sus recuerdos, con sus luchas, con sus espiraciones, con
sus primeros amores y también, con sus primeros choques con la
realidad del medio nativo. Para mí, el más alto mérito de "La
Sangre", consiste en que es un libro juvenil, escrito con toda
el alma cuando ya la juventud de su creador va tramontando".
(Ruy
de Lugo-Víña,
Social, Habana, 1919) .
"T'ulio
M. Cestero ha sido la representación más cabal entre nosotros del
movimiento artístico contemporáneo en sus más llamativos aspectos.
.. Tulio M. Cestero continúa siendo modernista en lo que toca
principalmente a la forma. Al principio, al iniciarse, extremó los
procedimientos, con asombro y escándalo de muchas gentes temerosa de
lo nuevo; pero su actitud revolucionaria ha
ido
modificándose con el tiempo, hasta lIegar últimamente, en su libro
Hombres y Piedras, e un procedimiento artístico equilibrado y
sereno. Su peculiaridad como escritor es la nota pictórica,
intensamente pictórica. En su último libro La Sangre, hay derroche
de luz, portentosa riqueza
de
colorido. En ocasiones carece de mirada introspectiva, de hondo
análisis psicológico'!.
(Federico
García Godoy,
La
Vida Intelectual Dominicana.
Nuestra América. Buenos Aires, 1919).
"T'ulio
M. Cestero (1877), dominicano, diplomático, poeta y novelista,
comenzó a publicar hacia 1898 (Notas y Escorzos), dentro del tipo de
crónica que entonces alcanzaba considerable auge. Pero, no fue ese
el camino que le condujo a la difusión, ni posiblemente el que le
asegure un puesto respetable en la literatura del continente: su
personalidad de novelista es lo que mas destaca en
el
conjunto de sus actividades. Entre sus libros, después de su novela
La Sangre (París 1915)', fuerte cuadro de costumbres criol1as (p.
352) ... " "Entre otras dos novelas famosas, Ciudad
Romántica y La Sangre, esta última de intenso valor regional, y,
por tanto, humano."
(p.371). (Luis Alberto Sánchez,
Nueva
Historia de la Literatura
Americana.
Buenos Aires).
"La
mejor obra de Cestero es aquel1a, que deja sentir más hondo el
arraigo americano; nos referimos a su novela La Sangre, que es, sin
lugar a dudas, una de las mejores obras de la época contemporánea y
que mañana habrá de figurar entre "Raza de Caín", "Paz",
"Zurzulita",
"Canaán"
e "Idolos Rotos". Quien ha escrito una novela como "La
Sangre", tiene sobrados derechos para ser llamado maestro".
(El
Mercurio, Santiago de Chile. 1921).
"Creemos
firmemente que La Sangre es la mejor novela dominicana".
(Manuel
Arturo Peña Batlle
Semblanza
de Américo Lugo. - Historia
de
Santo Domingo por
América
Lugo. Editorial
Librería Dominicana,
Ciudad
Truji11o, R. D. 1952).
"Los
dos más destacados novelistas del país y entre los de rango
en Hispano América en general, son Manuel de Jesús Galván (1834
-1911) y Tulio M. Cestero (1877-). El
estilo y la dicción de Cestero están modelados en el de los
escritores de la Edad de Oro de España, especialmente Cervantes, y
por esta razón su vocabulario y sintaxis causarán posiblemente
alguna dificultad en los estudiantes. El escribe telegráficamente
además omitiendo frecuentemente verbos y cláusulas cortas .. . "
"Sin
embargo sus escritos nos fascinan por su estilo y su contenido,
quizás porque es bastante moderno a pesar de todo. Su franco
realismo se anticipó ya dos décadas a un movimiento similar en la
literatura Anglo-Sajona. A veces nos repele por su energía, fineza,
en los detalles pocos atractivos, pero no nos puede dejar de
impresionar con su intensa seriedad y minuciosidad de autor. Su
pintura de la vida de Santo Domingo no puede ser superada, ya sea
describiendo la vida de los escolares en la academia, o la de los
presos en la torre, la alegre vida social en el período de Heuraeux,
las aventuras de los revolucionarios en los montes, o la devastación
causada por el huracán tronical. Su pluma se mueve rápidamente,
pero nos da una pintura inolvidable, porque describe escenas que él
ha presenciado personalmente y las cuales le han impresionado
poderosamente".
Tradución
- (Introducción
de la
edición escolar de La Sangre,
bajo
el título Una vida bajo la
tiranía,
preparada por
Albert
Hotwell Gerbeticb, ph.D.,
Y
Charles Franklin Peytie, M. S., D. C.
Heath
and Company Boston).
quiero descargarlo
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