La
expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo, del 14 de Junio de
1959, estaba programada para llegar a la República Dominicano por
aire y mar, sin embargo, las dos embarcaciones facilitadas por
cubanos, llegaron a la costa norte seis días después, debido a un
sabotaje y a un mal tiempo.
La incursión aérea ocurrió
el domingo 14 de junio, con 54 expedicionarios a bordo de un avión
C-46 Curtiss, por el aeropuerto militar de Constanza.
El avión, adquirido en Miami
utilizando parte de los 250,000 dólares donados por los venezolanos,
fue camuflado con las insignias de la Aviación Militar Dominicana y
regresó a Cuba, piloteado por el venezolano Julio César Rodríguez
y el co-piloto cubano Orestes Acosta.
La incursión aérea, en
sentido general, fue exitoso y sin bajas, logrando los
expedicionarios desplazarse hacia las montañas en dos grupos, uno
dirigido por Enrique
Jiménez Moya con 33 hombres, que avanzó hacia Tireo, mientras
que los otros 20 expedicionarios, avanzaron hacia las montañas de El
Botao, bajo la dirección del comandante cubano Delio
Gómez Ochoa.
El régimen de Trujillo
desplegó unos 3,000 soldados para enfrentar los expedicionarios,
además, movilizó camiones y aviones, a los que se sumaron los
grupos campesinos.
A tempranas horas del 15 de
junio, los cielos de Constanza se ennegrecieron por los bombardeos de
la Aviación Militar Dominicana.
Mientras se internaban en las
montañas, uno de los expedicionarios perdió la mochila que contenía
los planos de los desembarcos marítimos, lo que constituyó un
revés, al revelar los planes de los desembarcos marítimos no
realizados aún.
El 20 de junio, la lancha
Carmen Elsa desembarcó por Maimón, con 96 expedicionarios,
comandada por José Horacio Rodríguez y finalmente capitaneada por
José
Messón.
A su vez, la Tínima
desembarcó en Estero Hondo con unos 48 expedicionarios, comandada
por José Antonio Campos Navarro. Los desembarcos fueron enfrentados
por el Ejército y la Aviación Militar, con el despliegue de otros
3,000 soldados.
Los expedicionarios de Maimón
y Estero Hondo fueron duramente atacados por la Marina, con la
presencia de un guardacostas, una corbeta de guerra y un barco
destructor, además de bombardeos por la Aviación Militar
Dominicana.
La menor parte de los
expedicionarios de ambos frentes cayeron en combate, mientras la
mayoría fue hecha prisionera por militares y civiles, algunos
asesinados de inmediato o enviados a la Base Aérea de San Isidro,
donde finalmente eran interrogados, torturados y fusilados.
Un último reducto de 5
expedicionarios de Constanza fue hecho prisionero el 10 de julio,
compuesto por los dominicanos Poncio Pou Saleta y Merardo Germán,
mientras que los cubanos Delio Gómez Ochoa, Frank López y el
adolescente Pablito Mirabal, se les capturó al día siguiente.
Existen evidencias de la
continuidad hasta el mes de septiembre de 1959 de dos expedicionarios
que habían desembarcado en Maimón, logrando permanecer con vida de
manera aislada. Ellos fueron el norteamericano Larry Bivins -veterano
de la guerra de Corea, y el español Francisco Álvarez, quien fue el
último en morir el día 14 de septiembre.
Las bajas reportadas en las
filas de las tropas del ejército de Trujillo fueron de 42 muertos,
32 heridos y un soldado desaparecido.
De los 196 expedicionarios
sólo sobrevivieron 6; dos cubanos: Delio Gómez Ochoa y Pablito
Mirabal, y cuatro dominicanos: Gonzalo Almonte Pacheco, Francisco
Medardo, Mayobanex
Vargas y Poncio Pou Saleta.
Fuente:museodelaresistencia.org
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