BIBLIOTECA DE LIBROS DOMINICANOS EN PDF


BUSCA ESTA IMAGEN AL FINAL DEL TEXTO y...

DESCARGA TU LIBRO

Escritos: Revista Cultural

domingo, 5 de mayo de 2019

Los algarrobos también sueñan -(Novela)- Virgilio Dìaz Grullòn, pdf, descarga gratis


TIEMPO Y ACCIÓN EN
LOS ALGARROBOS TAMBIÉN SUENAN

Los algarrobos también sueñan es una novela corta dividida en varios episodios que se corresponden con una sucesión de momentos encuadrados por la apertura y el final a través del personaje que, aun siendo secundario, desencadena con su tiro el retorno a la raíz, el viaje en el espacio y en el tiempo. Espacio múltiple: el real -de la copa del árbol al suelo, en una cámara lenta en la que intervienen las ramas para detener la caída- y el espacio psicológico en visiones que se retrotraen: escondite, arribo al mismo, abandono del campamento anterior, encuentro armado, guardia, llegada a la zona, decisión de partir, diálogo sobre la lucha armada, mitin, encarcelamiento, reparto de panfletos, contacto, entrada a la j R, comienzo de la adolescencia, niñez.
En cuanto al tiempo, el instante de la muerte que resume una vida irradiando las vivencias, es un leit-motiv en literatura; nombremos sólo algunos maestros en el género: Jorge Luis Borges, o Carlos Fuentes. El tiempo deviene entonces tiempo psicológico en el que caben las alteraciones más inverosímiles. A este tiempo psicológico, ha de sumárse1e la búsqueda iniciática del origen, de la raíz no ya como retorno a la infancia o al microcosmos sino al origen de la violencia. Porque Alberto, pese a odiar la violencia,
se convierte en brazo armado de la misma.

LA VIOLENCIA
Una será la violencia pensada por él, que racionaliza a nivel teórico y por la que siente profundo rechazo; otra es la interior, acumulada en su inconsciente desde la mañana de Reyes en que se le revelan las injusticias sociales y el racismo, aunada a la producida por el cura histérico del colegio. En ambos casos hay ya una reacción inmediata: Una respuesta individual e inesperada, producto de una rebeldía a Un sistema que marca al personaje al punto de confundir posteriormente, el coronel que dirige la tortura con el padre Anselmo.
Alberto justifica intelectualmente la violencia y ha aprendido a aceptarla como algo correcto en determinadas circunstancias, Recordando las palabras del instructor al indicar que "el entrenamiento del guerrillero no tennina hasta lograr un acondicionamiento total que le permita actuar por reflejos", ejecuta los movimientos necesarios para arrojar la primera granada sin más vacilaciones.
A su problemática de la no-violencia se yuxtapone el sentimiento de hermandad con sus compañeros muertos; se imagina la visión de Víctor y Rafael y la suya propia y al tomar el fusil dispara Como revancha. En la segunda y tercera etapa de su descenso se hallan varios diálogos importantes. Alberto sustenta una posición diferente de la de sus camaradas. Considera que:

a) el alzamiento no es oportuno en las condicione. p~.Clnte.,
dadas las experiencias desde Desiderio Arias hasta 111 invasión por
Luperón;
b) reconoce la falta de entrenamiento; y
c) el idealismo de sus compañeros ya que la revolución no puede, a
su entender, aislarse de las masas; por ende, la guerrilla para él no debe
resultar de un movimiento único.

Su decisión de participar en la lucha armada obedece tanto a su deber moral como militante, como -paradojalmente- a su odio por la violencia.
Aunque Alberto admite dos formas de ejercerla, "matando violentamente omurlendo violentamente" y está díspuesto'a aceptar la última, termina ejerciendo la primera.

El próximo diálogo en orden inverso, sintetiza su enjuiciamiento a la estrategia del movimiento al que pertenece y la posibilidad de un alzamiento armado. Vuelve entonces a tocar el tema de la violencia y su propia incapacidad ante la misma.
Quizás narrativamente estos dos episodios no logran los cierres trabajados de otros; sin embargo, son esenciales para la comprensión del protagonista no sólo como medio de elucidar sus motivaciones sino por el matiz político implicado.
En el estudio de Dorfman sobre la violencia el crítico menciona a este componente como el eje sobre el que se estructura la actual novela latinoamericana.
De la novela escrita en nuestro continente hasta 1940, del padecimiento y del despojo se pasa al registro de la activa posición individual.
Al ser componente esencial, la violencia no constituye el término de una antinomia, la alternativa que pueda racionalizarse; por consecuencia, el personaje está empapado de ella desde el comienzo y debe determinar cómo emplearla.
Parte integrante del sistema latinoamericano, esa violencia se halla en su narrativa yen más alto grado 'en la temática de la guerrilla.
La muerte, la tortura, la acción armada, la clandestinidad, la transitoriedad del guerrillero pesan sobre él, aún más cuando proviene de una clase media que lo radicaliza en sus conflictos y contradicciones. Ya sea que se ejerza la rebelión y la violencia como una forma de liberación colectiva-violencia vertical, dirigida contra los de "arriba" -como respuesta a la opresión o se dirija hacia otro ser humano, sin sentido social- violencia horizontal o individual -como reafinnación individual; o quede latente en el repliegue íntimo de la conciencia - violencia inespacial o interior-, todas estas formas se acompañan de innovaciones técnicas-violencia narrativa contra las formas establecidas tradicionales. Por eso, la respuesta de Alberto, que se inscribe: en una acción conjunta, previa elección individual, es un poco la señalada por Dorfman:
"El personaie latinoamericano está condenado a la violencia, pero al mismo tiempo importa esa entrega personal, esa visión desde dentro, como si al comprender un poco esa decisión, ese destino individual, se estuviera clarificando el problema mismo superando la violencia parcialmente al desentrañar el temblor vivo de algún ser americano cuya ficción es de carne y hueso".

  Autora: María del Carmen Prosdocimi de Rivera


https://drive.google.com/file/d/1llp2Dmh3mRMgJz6WPpoApCShXr_O2Y8X/view?usp=sharing

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario