Personajes
dominicanos es la obra más reciente del historiador Roberto Cassá,
director del Archivo General de la Nación (AGN). Esta viene a llenar
un vacío en el estudio biográfico de las figuras más prominentes
del pasado dominicano, desde el siglo XVIII hasta el último cuarto
del XX . A través de los biografiados por el doctor Cassá,
podemosconocer la historia misma de la formación y desarrollo de la
nación dominicana con sus protagonistas, sus coyunturas y proyectos
sociales, las divergencias y enfrentamientos políticos condensados
en el liberalismo, el nacionalismo y conservadurismo, así como la
formación de una sociedad en la que el despotismo, la corrupción y
el autoritarismo se convirtieron en limitantes para la construcción
de una verdadera sociedad democrática y participativa.
Las
biografías contenidas en este libro comenzaron a conocerse desde
mediados de los noventa como parte de la Colección Tobogán y fueron
publicadas por la Editora Alfa y Omega atendiendo a una estrategia
educativa que “buscaba contribuir a motivar” a los jóvenes en
“el interés por la historia y la valoración de las acciones de
figuras connotadas del proceso histórico dominicano”, relacionadas
con la “intelección de la conciencia nacional”. Por lo tanto,
este es un libro que atañe a la formación del pueblo dominicano y
sus luchas para alcanzar la estatura de nación independiente,
soberana y democrática.
De
modo que podemos regocijarnos ante la posibilidad de poder tener
acceso a los dos volúmenes que forman la obra Personajes
dominicanos. Cada uno trae 17 biografías políticas, que están
contenidas en 964 páginas y abarcan, en el primer volumen, desde
Antonio Sánchez Valverde, a quien el doctor Cassá sitúa como el
primer intelectual del criollismo; seguido por José Núñez de
Cáceres, precursor de la independencia; Andrés López de Medrano,
precursor de la democracia; Juan Pablo Duarte, padre de la patria;
María Trinidad Sánchez, heroína de febrero y Ulises Francisco
Espaillat, civilista democrático. Además de otros importantes
personajes de la historia dominicana.
Entre
las biografías del segundo volumen se encuentran Gregorio Luperón,
guerrero de la libertad; Pedro Francisco Bonó, intelectual de los
pobres; Eugenio Deschamps, tribuno popular; Eugenio María de Hostos,
maestro ; Salomé Ureña, mujer total ; Américo Lugo,
antiimperialista; Mauricio Báez, líder proletario; Minerva Mirabal,
revolucionaria y Francisco Alberto Caamaño Deñó, gigante de abril.
En estos personajes de nuestra historia, se resumen los proyectos
sociales vinculados con la dominicanidad, la fundación del Estado,
la defensa a la soberanía y las luchas por un futuro promisorio para
todos los dominicanos.
Al
lado de estos biografiados y repartidos en los dos volúmenes,
también aparecen Tomás Bobadilla, hombre de Estado; Pedro Santana,
autócrata anexionista; Buenaventura Báez, el proteccionista y
Ulises Heureaux, el tirano moderno, quienes sintetizan las cualidades
éticas y morales de los políticos perversos, antinacionales,
oportunistas y corruptos que han marcado nuestro pasado y,
posiblemente, los más responsables del retroceso social vivido por
los dominicanos en una parte importante de la época republicana.
Es
cierto que junto a estas biografías, contenidas en Personajes
Dominicanos, faltan otras que deberán ser publicadas oportunamente
por el doctor Cassá, entre las que me atrevo sugerir la de Santiago
Guzmán Espaillat, el nacionalista; Ramón Cáceres, el déspota;
Manuel Arturo Peña Batlle, el intelectual de la dictadura; Rafael
Trujillo Molina, el tirano; Ercilia Pepín, la maestra nacionalista;
Maximiliano Gómez, el revolucionario; Joaquín Balaguer, el
continuador de la dictadura; Juan Bosch, el padre de la democracia y
José Francisco Peña Gómez, el orador de las multitudes. Faltan
biografías que recojan del olvido a los excluidos de la historia,
los liderazgos juveniles y los que por su condición de clase,
todavía no han provocado el interés de los que estudian el pasado
dominicano, exceptuando al doctor Roberto Cassá que sí ha dedicado
parte de su vida y de sus esfuerzos intelectuales a escribir sobre la
juventud, el movimiento obrero y las luchas socialistas, el
enfrentamiento de los gavilleros contra el poder azucarero y la
opresión extranjera. Ahora está concluyendo la historia del
movimiento mesiánico desarrollado en torno a las figuras de Olivorio
Mateo y los Mellizos de Palma Sola. El autor tiene un importante reto
al que no podrá rehuir: publicar dos tomos más para completar la
obra que a partir de hoy tendremos la oportunidad
de
leer y estudiar.
La
producción histórica del doctor Cassá está contenida en la
publicación de más de cincuenta títulos, que han estado
apareciendo desde 1974, cuando puso a circular Los taínos en la
Española, pasando por los dos volúmenes de la Historia social y
económica de la República Dominicana, así como otros de suma
importancia entre los que sobresalen Capitalismo y dictadura, Los
doce años de Balaguer, Los orígenes del Movimiento 14 de Junio, la
Antología de Eugenio Deschamps, la importantísima obra Rebelión de
los Capitanes, y ahora su último libro, Personajes dominicanos.
Debemos
destacar el aporte del historiador Juan Daniel Balcácer y la
Comisión Permanente de Efemérides Patrias, institución de la que
el licenciado Balcácer es presidente, para hacer posible esta
primera edición de Personajes dominicanos. En la presentación de la
obra, Balcácer destaca que Roberto Cassá “no se circunscribe a
relatar de manera lineal la vida de los personajes objeto de estudio
[...], sino que más bien se adentra en la psicología de sus
protagonistas y, tras ubicarlos en el marco histórico social en el
que les correspondió actuar, logra estructurar un relato ponderado y
bien documentado que torna mucho más inteligible tanto la actuación
de cada personaje como las causas de determinados episodios
históricos”, afirmación con la que coincido totalmente. Cuando
leía las biografías aparecidas en esta obra, con el fin de preparar
esta nota, sentí la necesidad de reflexionar sobre la forma en que
el pueblo dominicano se fue constituyendo como nación, las luchas
libradas para lograrlo y la manera en que la participación y las
ideas de los personajes se entrelazaban con los intereses políticos
y económicos propios de los dominicanos, a la vez que otros
defendían su apego a las intenciones geopolíticas de las potencias
coloniales. Gran parte de las preguntas surgidas en el proceso de
elaboración de esta nota, están aclaradas en el libro que estamos
comentando. Repasando cada una de las biografías, podemos ubicar
algunos de los ejes que motivaron a su autor.
Relacionados
con la construcción y la existencia misma de la nación dominicana,
y como parte de ella, con los movimientos y las ideologías
políticas, los intereses colonialistas de las potencias, la lucha
por la libertad, la independencia y la soberanía; el enfrentamiento
contra las potencias extranjeras, el nacionalismo, el proteccionismo
y anexionismo, así como los proyectos liberales y democráticos y la
clara intención de rescatar del olvido a los sectores excluidos en
casi todos los textos biográficos hasta ahora publicados en nuestro
país. Esto explica que en este libro, junto a Sánchez Valverde,
Juan Pablo Duarte y Gregorio Luperón, también estén presentes
Ramón Natera, Olivorio Mateo y Mauricio Báez. En el caso de Antonio
Sánchez Valverde, el doctor Cassá destaca el propósito del autor
de Idea del Valor de la Isla Española de enaltecer a los criollos,
considerándolos los legítimos habitantes, e igualándolos a los
españoles de la metrópolis, aunque su toma de conciencia “estaba
atravesada por la reafirmación de su hispanidad” y en
contraposición con los vecinos de la parte francesa de la isla,
excluyendo a los esclavos, negros y mulatos, a quienes negaba la
condición de ser parte de la comunidad dominicana.
Adentrándose
en la vida y participación política de Juan Sánchez Ramírez, al
que ubica como “el primer personaje de significación política en
la historia dominicana”, el autor explica la resistencia de los
dominicanos a la decisión tomada por España de ceder a Francia el
territorio de la parte española y la forma en que la búsqueda de la
autonomía “se relacionó estrechamente con la protesta de los
libertos y esclavos, que aspiraban a la igualdad”, expresada en la
lucha contra la dominación francesa, indicio de que se percibía el
“asomo de un embrionario nivel de conciencia nacional”. Esa
conciencia nacional en formación se manifestó con claridad en la
actitud de José Núñez de Cáceres, el intelectual que diseñó el
primer proyecto social y político acorde con las ideas liberales de
la época, y que lo llevó a proclamar la Independencia Efímera de
1821, rompió con la imperial España y trató de establecer un
sistema político que “garantizara los derechos de los individuos y
que permitiera a la sociedad canalizar sus aspiraciones a través del
Estado”, conjugó “las aspiraciones de los criollos ilustrados
que ansiaban el establecimiento de un estado político moderno” y
el interés de “evitar la absorción por Haití”.
En
ese proyecto de nación, abortado por la presencia haitiana,
participó Andrés López de Medrano, el “más resuelto abanderado
de posturas liberales” de la época y quien reclamaba el derecho y
“la libertad de negociar con todos los países del mundo sin
obstáculos artificiales o arancelarios”. López de Medrano fue el
primer dominicano de tendencia liberal en dar “pasos para la
defensa de la propuesta liberal, fundando el primer partido político
de la historia dominicana, el Partido Liberal”,
que
se enfrentó a las corrientes absolutistas y conservadoras en el
primer cuarto del siglo XIX . Abortados los esfuerzos de Núñez de
Cáceres y López de Medrano se impuso la dominación haitiana y la
consiguiente resistencia de los dominicanos para reafirmar su
identidad y auspiciar de manera definitiva la formación de la
República Dominicana. Responsabilidad histórica que recayó en el
patricio Juan Pablo Duarte y sus seguidores de La Trinitaria. Duarte,
dice el doctor Cassá, tuvo el mérito de ser el que primero
comprendió “que el pueblo dominicano tenía las potencialidades
para constituirse en nación, es decir, llevar una vida soberana a
través de un Estado independiente” y que los dominicanos
“constituían un conglomerado con rasgos particulares y tenían
conciencia de esa situación” expresada en su posición de oponerse
a toda dominación extranjera. Pero una parte de las élites
económicas y políticas, que participaron en la separación de
Haití, le negaban esa condición al pueblo dominicano y prefirieron
aliarse a los intereses de Francia y España para promover la
enajenación del territorio, el protectorado y la anexión. En esa
posición conservadora y antinacional se destacaron personajes como
Tomás Bobadilla, Buenaventura Báez y el general Pedro Santana.
La
anexión a España, los intentos anexionistas de Buenaventura Báez
negociado con los Estados Unidos, los asomos relacionados con los
intereses haitianos para promover la vuelta a la condición de
dependencia que había quedado atrás, produjo la profundización de
la conciencia nacional manifestada en la guerra de la Restauración y
la formación del Partido Nacional, agrupación que por décadas se
enfrentó al conservadurismo, bajo la dirección de Gregorio Luperón
y la orientación democrática
de Ulises Francisco Espaillat, a quien el doctor Roberto Cassá
considera “una de las cumbres culturales y morales de los
dominicanos y la conciencia más preclara del liberalismo nacional de
su época”
No
puedo dejar de destacar el aporte e interés de Roberto Cassá al
conocimiento de la historia de la mujer dominicana. Aborda las
biografías de María Trinidad Sánchez, la primera mujer de la época
republicana asesinada por sus posiciones políticas; Salomé Ureña,
a quien considera un “paradigma de lo deseable” y figura “cumbre
de la realización moderna de la mujer dominicana”, y la de Minerva
Mirabal, la responsable de recoger las expectativas revolucionarias
de su generación política, por encima de la simbología que en su
oportunidad resumió Manolo Tavárez Justo, fue la mujer que “rompió
los estereotipos sexistas que acuerdan funciones secundarias a la
mujer en la vida social”. Abordando esas biografías, el autor
confirma su apego al estudio de los excluidos y marginados de la
historiografía tradicional. Entre esos excluidos, el género
femenino que, a decir de él, estaban relegados y ausentes de los
hechos, y critica la posición de los historiadores, que con una
visión excluyente, solo destacan a los personajes que tuvieron
relación con el Estado. “Visto así el proceso histórico –dice
Cassá–, resultan falaces las manidas expresiones de historiadores
tradicionales” sobre “pueblos sin historia” o “grupos humanos
sin historia”. Su posición lo lleva a formalizar la necesidad de
reescribir la historia, de “forma que ingresen a ella los “sin
historia”, en el que el género femenino “ocupa un espacio de
primer importancia en esta exigencia”.
Sería
interesante profundizar en aspectos desconocidos de algunos
personajes que aparecen en la obra como, por ejemplo, el papel
desempeñado por Eugenio Deschamps en la fundación del proyecto que
se conoció como “Partido Liberal”, considerado por sus
detractores, a finales del siglo XIX , como una organización de
carácter socialista y, que entiendo como la primera agrupación
izquierdista de la República Dominicana; pero este no es el momento
para entrar en los pormenores
de
esta organización de vida efímera. Se nos quedan propuestas y
opiniones contenidas a todo lo largo del texto que estamos
comentando, pero ya ustedes tendrán la oportunidad de leer esta obra
y, posiblemente, llegarán a las mismas conclusiones a que hago
referencia. Por esa razón, quisiera terminar no sin dejar de
felicitar al doctor Roberto Cassá por entregarnos este libro que
entiendo fundamental para el conocimiento de la historia y las
biografías de los más importantes personajes del pasado dominicano,
así como al historiador Juan Daniel Balcácer y a los amigos de la
Editora Alfa y Omega por coincidir en este importante esfuerzo.
ALEJANDRO PAULINO RAMOS
Subdirector Archivo General de la Nación
CONTENIDO DEL LIBRO
ANTONIO SÁNCHEZ VALVERDE
INTELECTUAL DEL CRIOLLISMO
JUAN SÁNCHEZ RAMÍREZ
CAUDILLO DE LA RECONQUISTA
JOSÉ NÚÑEZ DE CÁCERES
PRECURSOR DE LA INDEPENDENCIA
ANDRÉS LÓPEZ DE MEDRANO
PRECURSOR DE LA DEMOCRACIA
JUAN PABLO DUARTE
EL PADRE DE LA PATRIA
TOMAS BOBADILLA
EL HOMBRE DE ESTADO
PEDRO SANTANA
AUTÓCRATA Y ANEXIONISTA
FRANCISCO DEL ROSARIO SÁNCHEZ
FUNDADOR DE LA REPÚBLICA
MATÍAS RAMÓN MELLA
EL PATRIOTISMO HECHO ACCIÓN
MARÍA TRINIDAD SÁNCHEZ
LA HEROÍNA DE FEBRERO
JOSÉ JOAQUÍN PUELLO
TRIBUNO DEL PUEBLO
ANTONIO DUVERGÉ
PRIMER GUERRERO DE LA INDEPENDENCIA
BUENAVENTURA BÁEZ
CINCO VECES PRESIDENTE
GASPAR POLANCO
PRIMER JEFE DE LA RESTAURACIÓN
JOSÉ MARÍA CABRAL
GENERAL DE TRES GUERRAS PATRIAS
MANUEL RODRÍGUEZ OBJÍO
ULISES FRANCISCO ESPAILLAT
CIVILISTA DEMOCRÁTICO
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